Cacho: un homenaje a la grandeza de lo simple. Lo nuevo de Bodega Araujo

Cacho: un vino Malbec alta gama que homenajea la grandeza de lo simple. Un homenaje a Carlos Graciano Araujo, fundador de nuestra bodega y el corazón de una historia de trabajo, familia y amor por la tierra.

Un hombre que siempre creyó en el poder de lo simple, en que el trabajo bien hecho, la dedicación y la pasión son los pilares sobre los que se construye algo que perdura.

Este vino nace como un homenaje a su forma de ver la vida, a su manera de trabajar y a su compromiso inquebrantable con la familia y la comunidad. Cacho es el resultado de años de experiencia, cuidado y búsqueda constante de excelencia.

A primera vista, Cacho se presenta como un Malbec 100% de carácter fuerte y alma profunda. Un vino que, al igual que la persona que lo inspira, no necesita exageraciones para demostrar su grandeza.

Notas de Cata

• Color: Rojo intenso, profundo, con matices púrpuras que reflejan su vivacidad y fuerza.
• Aroma: Poderoso y elegante, con una combinación de frutas rojas y negras, como ciruelas y moras, sutilmente acompañadas por notas de tabaco y madera, fruto de su paso por barrica. 18 meses de roble frances. 
• Sabor: En boca, se muestra con taninos suaves y delicados, perfectamente equilibrados con la acidez y el alcohol. Respeta la fruta propia del varietal, ofreciendo un final largo y placentero que invita a seguir disfrutando.

Cada copa de Cacho es una experiencia. Un viaje que conecta el trabajo de la tierra con la calidez de una mesa compartida. En un mundo que muchas veces corre detrás de lo complicado, Cacho nos recuerda que lo importante está en lo simple. En las risas alrededor de una mesa, en los encuentros que se alargan con una copa de vino, en los recuerdos que se transmiten de generación en generación…

Cacho es un vino para disfrutar sin apuros, sin pretensiones, pero con la certeza de estar frente a lo mejor que nuestra bodega puede ofrecer.

Te invitamos a descubrirlo, a disfrutarlo y a brindar con nosotros por todo aquello que realmente importa. Porque al final, la grandeza está en lo simple… y en una buena copa de vino.