Refrescante, frutal y llena de sabor, la sangría de vino es el cóctel perfecto para combatir el calor del verano y acompañar reuniones al aire libre. Originaria de España, esta bebida se ha convertido en un clásico internacional gracias a su versatilidad y su capacidad de realzar los sabores del vino con frutas y especias. A continuación, te presentamos una guía paso a paso para preparar la mejor sangría y algunos consejos para personalizarla según tus gustos.
Ingredientes esenciales
Para una sangría clásica y equilibrada necesitarás:
- 1 botella de vino tinto joven: Opta por un vino afrutado y de cuerpo ligero, como un Tempranillo, Garnacha o Malbec. No es necesario usar un vino caro, pero sí uno de buena calidad, yo te recomiendo Al Oro Lado del Río Malbec
- Frutas frescas: Naranjas, limones, manzanas y melocotones son las más tradicionales. También puedes incluir frutas de temporada como fresas, arándanos o ananá para darle un toque especial.
- Un endulzante: Azúcar, miel o jarabe simple, según tu preferencia. Ajusta la cantidad al nivel de dulzura que desees.
- Un licor: Brandy o licor de naranja (como Triple Sec o Cointreau) para intensificar los sabores.
- Un toque efervescente: Agua con gas, soda o un poco de tónica para darle ligereza.
- Hielo: Para mantener la bebida bien fría.
Preparación paso a paso
- Elige el recipiente adecuado: Usa una jarra grande que permita mezclar bien todos los ingredientes y que sea fácil de servir.
- Prepara las frutas: Lava, pela y corta las frutas en rodajas o cubos. Agrega estas piezas al recipiente y exprime suavemente algunas para liberar sus jugos.
- Mezcla el vino y el licor: Vierte el vino tinto sobre las frutas, seguido del licor elegido. Remueve para combinar.
- Endulza a tu gusto: Incorpora el endulzante poco a poco, probando hasta alcanzar el equilibrio deseado.
- Deja reposar: Cubre la jarra y refrigérala durante al menos dos horas (o incluso toda la noche). Esto permite que los sabores se integren y se intensifiquen.
- Añade el toque burbujeante: Justo antes de servir, agrega el agua con gas o la soda para darle ese toque refrescante.
- Sirve con hielo: Llena los vasos con hielo, vierte la sangría y decora con algunas frutas frescas.
Consejos para personalizar tu sangría
- Variedades de vino: Si prefieres un toque más ligero, prueba con vino blanco o rosado en lugar de tinto. Las sangrías blancas son ideales para resaltar frutas como uvas verdes, kiwi o pera.
- Especias: Agrega una ramita de canela, anís estrellado o jengibre fresco para un perfil aromático más complejo.
- Frutas congeladas: Usa frutas congeladas en lugar de hielo para mantener la bebida fría sin diluirla.
- Un giro tropical: Experimenta con jugos como el de mango, maracuyá o coco para una versión exótica.
El acompañamiento perfecto
La sangría combina maravillosamente con platos frescos y ligeros, como ensaladas, tapas, quesos suaves o incluso parrilladas de verano. Es una bebida social, diseñada para ser compartida y disfrutar del momento.
Este verano, deja que la sangría sea la protagonista de tus reuniones. Con su equilibrio entre dulzura, acidez y frescura, seguro conquistará a todos tus invitados. ¡Salud!