Vinitaly tardó mucho en esperar, mejor que tarde dos años libres debido al Covid-19 vuelve a asistir a la 54ª edición. Del domingo 10 al miércoles 13 abril en Veronafiere, una cita con uno de los eventos más conocidos y esperados del año. Los números de la revisión hablan por sí solos, resaltan un deseo y una necesidad de reiniciar. Hasta 30 conferencias previstas, 17 pabellones en total y 76 degustaciones. Vinitaly se confirma, aún después de la interrupción de la pandemia, como un cruce de caminos fundamental en el sector a nivel internacional. 4400 empresas involucradas, procedente de 19 países diferentes, llegó para presentar un total de 17 mil etiquetas.
Producción italiana
Il vino italiano es el alma de este sector, es innegable. El año pasado las bodegas de cosecha propia han generó poco más del 18% de la producción mundial, con 50 millones de hectolitros. Ha habido un crecimiento del 1.6% con respecto a 2020 y este año tampoco nos quedamos atrás.
Seguimos siendo el primer productor mundial, seguido de España (35 millones de hectolitros) y Francia (34.2 millones de hectolitros). Mirando este podio, el hecho de que los colegas transalpinos registraran una contracción significativa en comparación con 2020, con una disminución del 27%, hace que los productores italianos sonrían a medias.
Vinitaly: compradores
Para Vinitaly, 700 compradores importantes de 50 países están en camino. La feria ha decidido colaborar con 30 empresas expositoras muy relevantes, proponiendo un proyecto de invitaciones a medida, por así decirlo. Nunca como este año, el del reinicio y el bloqueo de los magnates rusos, era fundamental no «desperdiciar invitaciones», centrándose en objetivos muy concretos. La delegación más numerosa es la de Estados Unidos, con 130 operadores. Es en EE. UU. donde más se enfoca Vinitaly, al igual que todo el sector, considerando que las ventas en el extranjero generaron 7.1 millones de ganancias en 2021, o el 12% del total.