Provenza es la cuna indiscutible del vino rosado. Con su distintivo tono pálido y su perfil fresco, este estilo de vino ha inspirado a productores en todo el mundo. Sin embargo, son el terroir único y la rica historia vitivinícola los que realmente destacan el rosado provenzal sobre otros. Desde los tiempos de los griegos en Marsella hasta la influencia romana, Provenza ha sido un epicentro de vinificación durante milenios.
A finales de los años 70, un grupo de visionarios viticultores desafió las convenciones establecidas y se dedicó a producir rosados de alta calidad. Esta mentalidad revolucionaria catapultó a Provenza hacia la cima de las regiones vinícolas más respetadas del mundo. Con 2600 años de tradición, el nivel de experiencia en Provenza es incomparable y se refleja en cada vino elaborado con arte.
Hoy en día, estos especialistas del rosado se reúnen bajo el nombre de Vins de Provence, que abarca tres denominaciones principales: Côtes de Provence, Coteaux Varois en Provence y Coteaux d’Aix-en-Provence.
El vino rosado de Provenza se caracteriza por su color pálido, frescura y aromas intensos. Su fama mundial se debe en parte a su perfil seco, a diferencia de los rosados dulces que predominaban décadas atrás. Desde opciones refrescantes para el aperitivo hasta vinos gastronómicos, los rosados de Provenza se adaptan a todas las ocasiones y estaciones, reflejando el placer y la autenticidad de la vida provenzal.
El paisaje soleado y seco de Provenza, junto con su cercanía al Mediterráneo, proporciona condiciones ideales para el cultivo de la vid. Con suelos bien drenados y microclimas diversos, las vides se benefician del viento Mistral, que limpia los viñedos de parásitos y moho, fomentando prácticas agrícolas sostenibles.
El 90% de la producción en Provenza es de vino rosado, reflejando la dedicación excepcional de la región. Cada fase del proceso de vinificación, desde el cultivo hasta la cosecha, se realiza con meticulosidad para producir los mejores vinos rosados posibles. Esto da como resultado vinos expresivos que capturan el terroir único de Provenza.
En conclusión, el término «Provenza» en una etiqueta de vino rosado es sinónimo de calidad y autenticidad. Mientras muchas regiones intentan replicar su estilo, solo Provenza ofrece el original, garantizando una experiencia de sabor inigualable.