El neuromarketing y las neurociencias nos enseñan cómo los niveles de emoción, atención y memoria, según los estímulos percibidos de forma consciente o subconsciente, contribuyen de manera positiva en la venta. Aplicando los mismos principios, ¿descubriremos que divertirse en el trabajo fomenta la productividad?
Un pensamiento muy difundido en algunas culturas de empresa, es que «pasarlo bien» es contrario a tener altos estándares de productividad, y que la «diversión» implica relajarse y tomar el trabajo a la ligera, sin considerar el trabajo serio.
Todos hemos tenido algún mal día, y hemos visto cómo ha afectado a nuestro rendimiento, a nuestra productividad, y a veces sin desearlo a nuestra profesionalidad. Es obvio pensar que el efecto contrario sería totalmente beneficioso, y que incorporar el buen humor a nuestra jornada laboral, nos reportará tanto personal como profesionalmente grandes beneficios.
Estudios realizados en esta línea evidencian cómo el incremento de la felicidad se asocia con una mayor productividad, y las experiencias emocionales positivas más frecuentes en el lugar de trabajo se relacionan con mayores calificaciones de desempeño y alta colaboración con los compañeros.
La universidad de Warwick en un estudio mostró que la productividad aumentaba un promedio del 20% después de ratos de diversión en horario laboral. Estos ratos pasaban por los momentos del café con los compañeros, a momentos durante el trabajo con elementos de diversión o risas.
Dedicar 2 minutos antes de comenzar una reunión, a reír y disfrutar, provocaba un aumento de la productividad del 150% y favorece la comunicación en la misma.
Disfrutar en nuestro puesto de trabajo conlleva un mayor rendimiento y beneficio para la empresa.
Algunos beneficios de divertirse en el trabajo:
- Combate el estrés: ese mal endémico de la sociedad actual. Un estado anímico, físico y mental positivo siempre ayuda a liberar tensiones.
- Aumento de la creatividad: en ambientes felices los empleados tienen mejores ideas creativas. Al reír nuestro cuerpo desprende endorfinas (emparentadas con la morfina) que nos dejará una sensación de bienestar y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro.
- Mayor motivación: una buena complicidad y relación entre los miembros de un equipo o empresa hace que los retos se afronten con mejor predisposición y ánimo.
- Comunicación más fluida: el humor siempre es un buen aliado para que exista una satisfacción laboral y propicia la comunicación de los empleados. Utilizar el código del humor ayuda en toda comunicación.
- Efecto persuasivo: el buen humor y la sonrisa siempre ayuda a vender mejor un producto a un cliente determinado.
Ir a trabajar sin ganas, a parte de ser un ejercicio extremadamente difícil, hace que nos sintamos profundamente desmotivados.
Hacer que el trabajo sea divertido: recompensa. Hay que trabajar como si el propio trabajo fuera nuestro hobby, teniendo 8 horas al día para disfrutarlo 🙂
¿Te imaginas el efecto que tendría divertirse en el trabajo? Desde cómo serían atendidos los clientes al sonreír, cómo interactuaríamos con los proveedores al ver que lo pasamos bien, cómo resolveríamos los problemas complejos de buen rollo, y sobre todo, cómo nos relacionaríamos con los demás miembros de la empresa, formando un verdadero EQUIPO.
Construir una cultura de trabajo productiva y atractiva es labor de todos. Y ahora…¿qué vas a hacer para divertirte trabajando?
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