Ellos reconocen que les gusta guardar cierto aire de misterio. Actualmente alquilan una bodega en Maipú y fraccionan 80.000 botellas mensuales con una apertura a los mercados de Brasil y México. Sus productos son provocativos, intentan generar una experiencia divertida y también diferente para el consumidor desde el momento en el que se encuentra con sus productos exhibidos en la góndola. Un poco de humor, de estridencia… una fórmula que en el mundo del vino cuenta, a su modo, la escandalosa historia del “Gordo Motoneta”.
El personaje se pasea en la etiqueta -de un malbec joven-, sobre un scooter amarillo y se viste con una camisa con estampados playeros.
No se acerca a la cultura mod, es cómplice de otros vínculos, de otros momentos… con el pulgar en alto de su mano izquierda marca un “like” acercándose al lenguaje del consumidor más joven.
“Siempre me han gustado las motos, a mi papá también; hace tiempo me compré una motoneta y luego fui creciendo en la cilindrada. Las motos me fascinan y me gusta salir a pasear”, sostuvo Fernando Scandura, uno de los propietarios de Sampere & Scandura Wines
Comenzaron a vender sus vinos por medio de pequeños distribuidores, de amigos. Hoy tienen llegada a más de 100 revendedores en todo el país y un lugar en las mejores tiendas de vinos. Ellos se animaron, saltaron las fronteras y planean seguir expandiéndose, tejiendo su red en las redes sociales. Han experimentado con productos frescos pensados para millennials, para jóvenes y desarrollaron para Agustín Neglia (el conductor del programa Modo Selfie), el concepto de “Enredado”, un malbec que “trata de romper con la solemnidad del vino”, había señalado el presentador de TV en una entrevista.
“Nuestros productos han sido muy innovadores en cuanto a nuestras etiquetas y desarrollos vínicos. Son conceptos, experiencias. Lo que creamos es una parte de nosotros. Vendemos experiencias y por eso el consumidor nos está eligiendo por sobre muchos otros productos en el mercado. Todo el tiempo estamos pensando en ideas nuevas o en nombres divertidos, que testeamos entre nosotros pero, a la hora de registrarlos, tratamos de que sea una elección unánime, de conjunto, que tengan un push tan grande que nos guste a los cuatro. Ahí es donde radica la complejidad de nuestro trabajo de creación”, contó Gastón Sampere.