El gigante asiático desembarca en Argentina con CHATEAU CHANGYU MOSER XV | El magazine de vinos, gastronomía y lifestyle para las mentes inquietas

El gigante asiático desembarca en Argentina con CHATEAU CHANGYU MOSER XV

Hoy Changyu desembarca en Argentina, de la mano de Bodegas San Huberto, quien produce vinos en Argentina y los distribuye en ambos países. Su gran ejemplar “Chateau Changyu Moser XV 2017”, es un varietal de Cabernet Sauvignon, fiel reflejo de la cepa tinta más utilizada para la elaboración de vinos en China.

Chateau Changyu Moser XV 2017– proviene de los viñedos ubicados en el piedemonte oriental de Helan en la región de Ningxia. Su cosecha es manual, con selección de granos. Fermenta en pequeños tanques de 20 toneladas y luego el 70-80% del volumen fermenta en barricas de roble de segundo uso por 18-24 meses. Su crianza es de 6 meses en botella.

La vitivinícola más grande de China -y la más antigua, con 125 años de historia- colocó su primer vino en Argentina.  Es un Cabernet ultra premium que tiene un precio sugerido de $40.000.

Allá por 1892 un poderoso industrial, político y filántropo chino llamado Chang Bisih dio el puntapié inicial para levantar un imperio vitivinícola de impacto mundial. Ese año invirtió parte de su fortuna para crear Changyu Pioneer Wine Company.

Este enorme proyecto comenzó con la importación de más de 3.000 vides provenientes de América y Europa, y se consagró 50 años más tarde convirtiéndose en el mayor productor de vino de China y mayor distribuidor en el ámbito vinícola mundial.

De hecho, a nivel global, Changyu es el tercer grupo más importante del mercado vitivinícola y el año pasado vendió 130.000 toneladas de vino, es decir, cerca de 170 millones de botellas.

Por estos días, este gigante -que deslumbra con un valor bursátil de 6.000 millones de dólares- es noticia en Argentina porque ha colocado su primer vino en el mercado local de la mano de Bodegas San Huberto.
“Es un Cabernet Sauvignon, un varietal que en Argentina se conoce mucho. Es un vino muy rico, todavía se le siente fresca la uva; es bastante suave y fácil de beber”, contó Leonardo Spadone, presidente de Bodega San Huberto. “en un primer momento, cuando lo probamos, nos sorprendió porque habíamos probado otros vinos de gama media y nunca de alta gama”.

La cosecha es manual y se lleva a cabo con selección de granos. Fermenta en pequeños tanques de 20 toneladas y luego el 70-80% del volumen fermenta en barricas de roble de segundo uso por 18-24 meses. Su crianza es de 6 meses en botella.