Por Constanza Pimentel, Bodega Caelum
En Bodega Caelum siempre elegimos la opción más amigable con el medio ambiente. Aunque está claro que no podemos ser 100% sustentables, tratamos, hasta en nuestra vida cotidiana y personal, reducir nuestra huella de carbono y de agua.
Tanto Mercedes, mi madre, como mi hermano Hernán y yo, hemos decidido en distintos momentos de nuestra vida, optar por una dieta vegetariana, reduciendo también el consumo de lácteos. Uno se preguntaría, ¿cómo es que esta decisión ayuda al medioambiente? Bueno, lo cierto es que así reducimos las emisiones de carbono. Si observamos el plato de comida de origen animal que hemos decidido descartar de nuestra dieta, y vemos la cadena productiva que existe detrás de él, todos los procesos emiten altas concentraciones de dióxido de carbono al ambiente, y un uso y contaminación excesivos de agua. Con lo cual, nuestra decisión está basada principalmente en no formar parte de esa cadena. Algunos estudios recientes destacan que éste es el principal acelerador del calentamiento global dada la superficie del planeta dedicada a la producción de animales para el consumo del hombre, además de ser el primer motivo de desmontes.
Ahora bien, en la bodega hay pequeñas y grandes decisiones que aportan a tener un negocio cada vez más sustentable. Para empezar, el uso de riego por goteo tanto para el viñedo como para el pistacho, en donde el uso del agua es preciso y eficiente; el uso de productos inocuos en su mayoría para tratar los cultivos cuando es necesario; la siembra de cebada entre las hileras de nuestros viñedos que enriquece el suelo aportando materia orgánica barata, disminuye el uso de agroquímicos y aporta calidad enológica a uvas y vinos.
Con respecto al vino propiamente, apostamos al uso exclusivo de uvas propias que se encuentran dentro de nuestra propiedad, por lo que no implican un traslado. Las botellas de vidrio son locales al igual que las etiquetas, y los tapones que utilizamos en nuestra línea de vinos jóvenes (los de mayor volumen de producción) son de material 100% biodegradable, elaborados con fibra de caña de azúcar.
En la bodega separamos todos los residuos reciclables: cartón, vidrio, plástico y compostamos todos los materiales orgánicos para enriquecer nuestra huerta.
Si bien las certificaciones para productos orgánicos conllevan procesos largos y burocráticos, ese es eventualmente nuestro objetivo en el mediano plazo.
Por el momento, apostamos a lo agroecológico en todas las áreas de la bodega, tanto en el campo como en la parte industrial.
Constanza Pimentel
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