Este adelanto confirma los primeros pronósticos para esta campaña, que será inferior a la media de los últimos 6 años de 42 millones de hectolitros; y entre un 10 % y un 15 % inferior a los 39,9 millones de hectolitros del año pasado.
Una decena de vitivinicultores y bodegueros, relatan en primera persona relatan como las olas de calor afectan este año a la vendimia. Ya hay muchos que ensayan nuevas variedades de uvas mas resistentes, para hacer frente al cambio climático.
En esta ocasión, una sequía prolongada y un verano extremadamente caluroso, con temperaturas del entorno de los 40 grados, a veces más, han influido para que bodegas y cooperativas empiecen antes.
Tanto es así que “la excepción es ya empezar en septiembre”, reconoce el presidente del consejo sectorial vitivinícola de Cooperativas Agroalimentarias, Fernando Ezquerro.